Te guste o no, si quieres vender en internet, tienes que escribir.
Pero no todo lo que escribas en tus redes sociales, tu newsletter o tu página web… es capaz de vender.
Ni porque te lo haya hecho ChatGPT.
Para eso, necesitas unos textos que hagan salivar a tus lectores.
Como cuando agarras un limón de esos grandes, jugosos y brillantes.
Lo cortas con un cuchillo a la mitad
Y sientes su olor ácido
Y ese rocío que salpica en tus manos
Mientras lo exprimes sobre el pescado recién sacado de la sartén.
¡SLURP!
Bueno, no es tan literal lo de hacer salivar. (O tal vez sí).
Pero una cosa que sí tienes que hacer en la literalidad es:
Crear emociones y sensaciones en tus lectores.
Hacer que sientan cosas al leer tus palabras.
Que las sientan en el cuerpo.
Que se les acelere el corazón, o que se les paralice.
Que les den ganas de comer pescado frito con limón.
Que sonrían. Que lloren. Que se enfaden…
Porque los textos que no te hacen sentir cosas, son textos muertos.
Y los textos muertos, no venden.
Y tú quieres vender, no?
Fíjate.
Hay dos tipos de emprendedoras.
Las que se la pasan en Instagram aparentando que venden y las que realmente venden.
Las que aparentan, por lo general suelen dar los buenos días, contar todo lo que piensan, lo que comen, lo que sienten…
Muestran en su página web los certificados de los cursos que han hecho para demostrar lo mucho que saben y piden que vayas a darle amor a sus publicaciones nuevas.
En ocasiones, también se quejan de la situación del país, de la economía, del algoritmo, de lo difícil que es emprender, de lo caro que está todo o de que hay mucha competencia.
Y son siempre muy correctas a la hora de hablar porque les da mucho miedo ofender a alguien, no vaya a ser que las juzguen.
Y luego están las que de verdad venden.
Ellas no van mendigando atención ni likes. No tienen tiempo para eso porque justamente están vendiendo.
No andan mostrando sus títulos y certificados porque su trabajo habla por sí solo y es suficiente muestra de lo buenas que son en lo suyo.
Aparecen en redes sociales para mostrarle a su comunidad con seguridad y claridad los beneficios de sus servicios, no lo que comen o lo que hacen durante el día.
Y se dejan ver tal como son, sin querer gustarle a todo el mundo.
De hecho, hay unas que…
Ya va. Espera!
Primero tengo que aclararte algo, antes de que sigas leyendo y, para no hacerte perder tiempo:
Mis servicios de copy creativo son para las segundas.
Esto es copywriting para emprendedoras ambiciosas.
Las que quieren vender de verdad.
Y VENDER MÁS.
Sin andar pidiendo permiso ni perdón a la hora de mostrar sus servicios.
Ni estar ofreciendo descuentos a lo loco para poder vender.
Ni mucho menos victimizarse y enfocarse en los problemas en vez de las posibilidades…
Aclarado esto, sigo.
Te voy a contar una historia de cuando trabajé cuidando a una anciana que, si la lees con atención, más allá de que busques o no un servicio de copywriting, estoy bastante segura de que te ayudará a mejorar las bases y la comunicación de tu negocio.
Pero antes, déjame ponerte en contexto.
Para que entiendas mejor de qué va esto.
Ahora hay mucha gente en internet ofreciendo servicios de creación de contenido y copywriting.
Y cuando no tienes mucha idea de lo que es realmente el copywriting y crees que se trata sólo de escribir bonito, usar fórmulas y crear tu propuesta de valor…
Cualquiera que sepa un poquito estos conceptos, puede venir a decirte que tu página tiene que destacar (mientras que su propia página no destaca ni en su casa porque es igual a las demás), ofreciéndote un copy irresistible que enamore a tu comunidad, copy de alto rendimiento, alto impacto, alto valor y más bla, bla, bla…
Entonces.
Más allá de que decidas trabajar conmigo y yo contigo. O no.
Es importante que sepas diferenciar un texto que la gente se quede a leer, de uno que dan ganas de bostezar Zzzzz.
Si quieres que te compren, tienes que lograr que te lean.
Por ejemplo:
Una persona que ofrece servicios de copywriting, pero que en realidad lo que hace es redactar, si quiere hablar en una newsletter de la importancia de darle ajo a los perros y gatos, empezaría diciendo:
“Hola Carilin,
¿Sabías que el ajo puede ser un gran complemento para la alimentación de tu mascota? Te quiero compartir los beneficios de ofrecer ajo en cantidades adecuadas a la dieta de tu mascota”.
Una copywriter que profundice en las verdades y complejidades del copy y que se esfuerce un poco en pensar creativamente cómo escribir un texto que resulte interesante y no aburra a sus lectores, comenzaría el correo diciendo:
“Hay un ingrediente natural en tu propia casa que hará que tu mascota viva más sana y más feliz por mucho más tiempo.
Es un ingrediente muy pequeño, muy simple y muy cotidiano que usamos siempre en los guisos por su intenso sabor, pero pocas personas conocen los enormes beneficios que puede aportar a sus compañeros peludos”.
¿Puedes ver la diferencia?
A ver.
Si no entiendes de lo que te hablo, o llegaste a esta página por pura curiosidad, no creo que estés lista para contratar servicios de copywriting.
Ni el mío, ni el de ninguna otra persona.
No te aconsejo que lo hagas porque necesitas dar unos cuantos pasos previos.
Aunque por supuesto que no me conoces y no tendrías por qué seguir mis consejos.
Pero si tienes un negocio online y sientes la ambición de que se convierta en una empresa grande que facture muchos miles de dólares… te vendría bien entender esto, porque sí o sí vas a necesitar buen copywriting en los textos de tus canales digitales.
Y otra cosa que también tienes que saber si quieres convertir tu negocio en empresa exitosa, es que los textos que escribas tienen que ser bien específicos, sin acstrac… abstrac… abstracticidades. ¿Esa palabra existe?
Bueno, quiero decir que tus textos no sean abstractos, porque lo abstracto no se entiende ni se visualiza con facilidad y si alguien llega a tu web y no entiende lo que hay allí para ella, chao. Una venta menos.
Tampoco te aconsejo que seas muy descriptiva. Más bien, deberías ser más narrativa.
Los relatos son esenciales para vender por escrito.
Pero para contar relatos que vendan, tienes que asegurarte de que sean capaces de crear imágenes en la mente de tu lector, tal como lo hacen los buenos libros.
Tienes que hacerlos parte de tu relato.
Porque así podrán sentirlo, y ya sabes lo que eso significa.
Hay otra cosa importante que tienes que saber si quieres, en algún momento, convertir tu negocio en una empresa.
Te lo voy a mostrar en esta micro historia de cuando trabajé cuidando a una anciana. La que te mencioné más arriba.
Presta atención.
Con apenas dos meses de haber llegado a España, sin permiso de trabajo y sin dinero, acepté trabajar en negro con una señora de 85 años que estaba sorda y sufría de Parkinson.
Como me pagaban una verdadera miseria que no daba ni para alquilar una habitación en Madrid, tuve que mudarme a su casa a pesar de que mi trabajo consistía en acompañarla únicamente por las noches para ayudarla a ducharse, vestirse y preparar la cena.
Durante el día, ella solía ir tres veces por semana a una residencia de ancianos, así que me podía pasar unas horas sola en su casa.
Ni tan mal.
La cosa comenzó a complicarse dos meses después, cuando nos fuimos a pasar el verano a su pueblo.
Ahí sí que tenía que estar prácticamente el día entero atendiéndola y por el mismo sueldo miserable.
Un día amanecí con fiebre y malestar en el cuerpo y decidí ir a comprar ingredientes para prepararme una sopa de pollo.
Me puse a pelar patatas mientras ella me veía como si yo estuviera armando una gran fiesta de desnudos, alcohol y drogas en su casa.
Cara de espanto.
Y lanza la primera dosis de veneno:
“No pensarás hacer sopa para ti sola. Tendrás que hacer para todos”.
Cabe resaltar que mi trabajo, en ningún caso, implicaba cocinarle a su familia entera, que también estaba ahí pasando el verano.
Así como tampoco implicaba planchar la ropa de su nieto de 25 años, lo cual me pedía constantemente, aunque yo me hacía la loca.
JA! Como si fuera su criada…
Total que exploté y le dije unas cuantas cosas sin pensarlas.
La sangre me hervía.
Y comenzamos a discutir muy fuerte.
Si es complicado tratar de hacerle entender algo a una persona tan mayor, imagínate si además es sorda y escucha la mitad de lo que le dices…
Pero ese día, en medio de mi malestar por la fiebre y por la discusión, aprendí algo esencial para el copy, los negocios, la migración y la vida.
Ella comenzó a decirme cosas que le molestaban de mí.
Y le dije, en voz alta y con la mirada fija en sus ojos:
“Si estás tan inconforme conmigo, entonces mejor me voy. Es más, mañana mismo por la mañana me voy a Madrid y tú te buscas a otra persona que te cuide y que haga todo como a ti te gusta y sin enfermarse”.
A ver, yo realmente no tenía a dónde ir, la verdad.
Acuérdate que no tenía permiso de trabajo, ni dinero, ni casa… básicamente me tocaba aguantar ahí con esa señora hasta que me aprobaran mi residencia.
Y ella lo sabía.
Por eso me trataba así, porque creía que yo la necesitaba a ella más de lo que ella me necesitaba a mí.
Pero cuando le dije lo que le dije, su seguridad se tambaleó.
Suavizó la voz y dijo que no quería que me fuera.
¿Ves lo que ocurrió? ¿Ves la gran moraleja?
Es muy importante entender esta historia para poder vender.
Aunque tengas necesidad, jamás debes mostrarla, porque en el momento en que muestras tu necesidad, le estás dando el poder a la otra persona de tomar el control sobre ti.
Le estás dando el permiso de que sea ella quien ponga las condiciones y dirija tu manera de actuar.
Cuando muestras tu necesidad, pierdes autoridad.
Tus clientes necesitan confiar en ti para comprarte. Necesitan seguridad.
Así que no puedes estar haciéndole descuentos o regalos a todo transeúnte de Instagram cuando tus ventas no van como quieres,
Ni cerrar una landing diciendo cosas como: “¿Lista para unirte? estaré encantada de acompañarte”.
Por ponerte algunos ejemplos.
He visto muchos mensajes de venta en internet que realmente no venden porque el enfoque del mensaje muestra necesidad. A veces evidente, otras veces más sutil.
Y cuando muestras necesidad, pierdes ventas.
Bien.
Antes de que sigas leyendo o de que vayas directo al final a ver el precio, te adelanto que no vas a encontrar esa información en esta página, porque cada uno de mis servicios se adapta a la etapa que estés transitando hoy con tu negocio. Por eso no puedo decirte un precio en esta landing.
Lo que sí puedo decirte es que:
No trabajo con redes sociales.
Mi trabajo se enfoca en crear estrategias de email marketing, copywriting para páginas web, lead magnet y páginas de venta (también conocidas como landing page). Usando siempre storytelling, porque el copywriting se nutre de las historias.
La inversión mínima para trabajar conmigo es de 400€. Con eso podría revisar en profundidad la comunicación de tu negocio y darte recomendaciones de cambios e ideas de textos y enfoques, explicándote en detalle lo que hay detrás para que puedas aplicarlo a todo lo demás que escribas para tu marca.
Ahora, si lo que necesitas es que escriba por ti, entonces ya sería más de 400€. Depende de lo que necesites.
Y otra cosa, el pago siempre es por adelantado.
Antes de sentarme a escribir cualquier cosa para tu negocio, necesito hacerte muchas preguntas para conocer bien tu historia y la de tu marca. También necesitaré investigar bien a tu mercado y a tu competencia y todo eso requiere altos niveles de energía y de tiempo. Te hablo de unas dos semanas más o menos, antes de comenzar a escribir.
Por lo tanto, no puedo arrancar sin haber cobrado.
Entonces, si decidimos trabajar juntas…
Hay un par de cosas más que tienes que saber.
La primera es que si no estás dispuesta a darle una o varias vueltas de rosca a la comunicación de tu marca y hacer las cosas distintas a lo que quizás vengas haciendo (en caso de que sea necesario), mejor no contrates este servicio. Es más, puedes detener la lectura aquí y ya nos veremos quizás en otra ocasión.
La segunda es que, aunque la copy sea yo, para que mi trabajo sea eficiente y pueda pulir la comunicación de tu negocio, necesito que te involucres. Que respondas a todas mis preguntas, que hagas los ejercicios que te pida y te comprometas con el proceso para que yo pueda hacer bien mi parte. Necesitaré conocer tus historias y las historias de tu negocio para sacarles brillo y usarlas en tu comunicación.
También necesito que seas paciente. No trabajo de un día para el otro, porque así no funcionan los procesos creativos y si algún copy te ofrece un trabajo inmediato, desconfía de su trabajo.
Vale. Dicho todo esto, si quieres pedir información, tienes que rellenar el formulario que está más abajo.
Si tu proyecto me interesa y veo que puedo ayudarte a potenciar tus mensajes de venta, me pondré en contacto contigo para agendar nuestra primera reunión.
Y si todavía te quedan algunas dudas, te las aclaro…
¿Cómo sé si esto del copywriting le va a servir a mi negocio?
Si vendes algo en internet y quieres vender más, necesitas copywriting.
¿Cómo funcionan tus servicios?
Depende. Lo primero es ver en qué situación te encuentras con tu negocio para saber qué necesitas exactamente.
Si veo que puedo ayudarte, tendremos una primera reunión para que me cuentes todo sobre tu negocio. Y a partir de ahí, te haré una propuesta personalizada.
Puede que necesites reestructurar los textos de tu web, crear páginas de venta de tus productos o servicios, crear una campaña de venta o de lanzamiento en email marketing, o delegar tu newsletter…
Lo que sea que estés necesitando lo veremos en esa primera reunión, para luego crear una propuesta que se ajuste a ello.
Si hacemos match y decidimos trabajar juntas, te enviaré ejercicios y preguntas. Cuando haya culminado la etapa de investigación, crearé y te enviaré los primeros borradores para que los puedas revisar y hacer sugerencias de cambio hasta que logremos llegar a la versión final.
Una vez que los montes en tu web, tu landing o plataforma de email marketing, los volveré a revisar por si hace falta ajustar algo.
¿Tiene soporte? ¿Podré hacerte preguntas si me van surgiendo dudas o si no sé cómo aplicar lo que me digas?
Mientras estemos trabajando juntas y hasta 3 semanas después de haberte hecho la entrega, puedes escribirme y preguntarme lo que necesites, siempre que no me escribas un fin de semana o después de las 9 de la noche.
Ah y que sean preguntas relacionadas al trabajo que estamos haciendo, no sobre un trabajo diferente que no esté acordado previamente.
¿Cómo es la forma de pago?
Ah, mira, qué bueno que me lo preguntas, porque ya me estaba olvidando de este detalle.
Puedes pagar por Bizum o transferencia bancaria dentro de España o Europa. Si estás en otra parte del mundo también puedes pagar por Wise o Paypal. Y si no te sirve ninguna de las opciones, me avisas y buscamos una solución.
¿Haces factura?
Por ahora, no. Lo siento.
Próximamente sí. Empezaré a facturar a medida que mi negocio vaya creciendo, y en paralelo a eso mis servicios subirán de precio, así que uno de los costos actuales de contratar servicios de copywriting tan baratos, es que no hago facturas.
Lo que sí puedo hacerte es un recibo.
Si te queda alguna duda sin aclarar, escríbeme aquí: hola@cariricci.com